*Honra la dignidad y sacralidad de mi persona, por encima de mi fragilidad y limitaciones.
*Sírveme con Amor respetuoso y solicito: con todo tu corazón, con toda tu inteligencia, con todas tus fuerzas y con todo tu tiempo.
*Cuídame como quisieras tú ser atendido o como lo arias con la persona más querida que tengas en el Mundo.
*Sé voz de los sin voz: hazte defensor de mis derechos, para que sean reconocidos y respetados.
*Evita toda negligencia que pueda poner en peligro mi vida o prolongar mi enfermedad.
*No frustres mi esperanza con tu afán e impaciencia, con tu falta de delicadeza y de competencia.
*Soy un todo, un ser integral: sírveme así. No me reduzcas a un número o a una Historia Clínica, y no te limites a una relación puramente funcional.
*Conserva limpios tu corazón y tu profesión: no permitas que la ambición y la sed de dinero los manchen.
*Preocúpate por mi pronta mejoría: no olvides que he venido al hospital para salir recuperado lo antes posible.
*Comparte mis angustias y sufrimientos: aunque no Puedas quitarme el dolor, acompáñame. Me hace falta tu gesto humano y gratuito que me hace sentir alguien, y no algo o un caso interesante.
Y….cuando hayas hecho todo lo que tienes que hacer, cuando hayas sido todo lo que debes ser… no te olvides de darme las gracias.
El corazón del que ayuda sanar ha de llevar la sonrisa en la mano para levantar el espíritu de quién la cree perdida.
ResponderEliminarUn saludo. :-)