PULSAR SOBRE LOS ICONOS
martes, 6 de octubre de 2009
Meditación diaria
Quedémonos quietos un momento, sin mover siguiera el dedo meñique,
para que nos cubra la calma.
No hay ningún lugar al que ir ni el de venir, pues nos ha llegado ese extraordinario momento en que reina la quietud y el silencio que nos llenarán todos los sentidos, en el que todas las cosas hallarán descanso.
Todo adquiere entonces una profunda conexión.
pongamos fin al "ellos y nosotros" al esto contra lo otro.
No nos moveremos de estos breves instantes, pues eso turbaría tan palpable presencia; no hay nada que decir ni hacer, pues la vida nos abraza en tan prodigioso encuentro y nos toma en sus brazos como a un querido amigo.
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