Soy de aire, agua, fuego y piedra como
a las puertas de una madrugada.
Sobrevivo en cada nuevo labio
que zarandea mi ternura,
subsisto en vuestro aliento
y casi sin darme cuenta,
me acariciáis los brazos
me besáis en la nada
me amáis y me sacáis de quicio.
Soy de fuego y piedra como la Tierra.
A veces me entierro en mi memoria
a una profundidad de seis metros
y trago tierra amasada con lágrimas y saliva,
apunto con agujas algunos versos
para hilvanar sueños a mi carne
respondiéndole al tiempo
con pespuntes de inmadurez
y sospechas de mi yo.
Soy de hambre y humo como la tierra.
PULSAR SOBRE LOS ICONOS
sábado, 5 de septiembre de 2009
Soy de aire, agua, fuego y piedra como la Tierra
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