PULSAR SOBRE LOS ICONOS
sábado, 19 de febrero de 2011
Lao Tse hizo una pregunta a sus discípulos:
Cómo se mide la calidad de un hombre?
Dijo uno: - Por su sabiduría. Dijo el otro: - Por su fortuna.Dijo el tercero: - Por su fama.Habló Lao Tse y sus palabras cayeron igual que monedas de oro en sus alumnos:La calidad de un ser humano se mide por la alegría y la felicidad que ha dado a los demás; por que no los ha hecho sufrir, y porque les ha aliviado los sufrimientos que con la vida vienen. La calidad de un ser humano, en síntesis, se mide por su humanidad.Así habló Lao Tse y sus discípulos supieron que decía bien.
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